Después de que los ingenieros drenaron las cataratas del Niágara en 1969, los observadores hicieron un descubrimiento que revuelve el estómago

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Parte del recorrido que se llevó a cabo por diferentes personas

En 1984, por ejemplo, el doble canadiense Karel Soucek consiguió sobrevivir a un viaje en barril por las cataratas. Sin embargo, lamentablemente, murió al año siguiente en el Astrodome de Houston (Texas) mientras intentaba revivir su famosa acrobacia. Y en 1990 el estadounidense Jesse Sharp intentó abordar las cascadas armado sólo con una canoa, pero nunca se le volvió a ver.

Uno de los desperdicios encontrados durante la operación

Para los que observaban el drenaje de las cataratas americanas, el descubrimiento en el lecho del río fue un duro recordatorio del poder mortal del elemento acuático. Pero las autoridades siguieron trabajando como siempre, sacando los restos y continuando con la operación. Al parecer, el primer paso fue deshacerse de las rocas sueltas situadas en la cara de la cascada.

Zona completamente árida en peligro de erosión

Para ello, los trabajadores fueron encerrados en jaulas sujetas a grúas y colgados sobre el borde de las cataratas. Y al mismo tiempo, los ingenieros colocaron un sistema de aspersión diseñado para humedecer continuamente la capa de pizarra de la cara de la cascada. Según los expertos, la roca se había ido secando, haciéndola más vulnerable a la erosión.

Parte superior del río casi totalmente seca

Mientras tanto, los trabajadores se dedicaron a perforar el lecho del río en la parte superior de las cataratas americanas. Luego, una vez que el equipo llegó al punto de los 180 pies, comenzaron a realizar pruebas para medir los niveles de absorción de la roca. En otro lugar, los topógrafos aprovecharon la oportunidad para trazar los contornos de la superficie de las cataratas.

Se implementa un puente como parte de la atracción para aumentar las visitas

Mientras continuaban los estudios geológicos en las cataratas, se inició la construcción de una pasarela que permitiera a los visitantes viajar con seguridad por el lecho del río. Y el 1 de agosto de 1969, esta atracción se abrió al público por primera vez. Pero aunque la pasarela resultó ser popular, no fue suficiente para aumentar el número de visitantes a niveles normales.

Fotografía de Annie Edson, quien logró la hazaña de saltar a las cataratas dentro de un barril

Finalmente, el 19 de agosto, los investigadores comenzaron a estudiar el depósito de talud al pie de las cataratas. Al parecer, al perforar las rocas en profundidad, esperaban aprender más sobre la formación. Sin embargo, pronto se hizo evidente que la operación de limpieza no sería tan sencilla como los especialistas esperaban.

Acróbatas y dobles intentaron recrear la hazaña de Edson

Para estar seguros, por parte de los ingenieros se investigó a las cascadas americanasy llegaron a la conclusión enel soporte del acantilado, eltaludtenía un papelvital.Antelosobstáculos de la eliminación,sepropuso inicialmentede parte de las autoridades un plan diferente. Habían pensado que,construyendouna presa de forma permanente, se podríaaumentarla altura del agua dentro de la cuenta para poder sumergirlas rocas.

La presa no solucionó de forma permanente el problema

Pero la creación de una presa no sería ni mucho menos una solución perfecta, ya que debilitaría considerablementelas cascadas americanas. Por consecuente,sedecidió finalmente dejar el talud tal ycomoestaba. Pero todo el trabajo nofue completamente en vano, yaque expertos a cargoaprovecharon la inusual situación para realizar un trabajo de conservación vital en la cara del acantilado.

Avión sobrevolando las cataratas americanas

A lo largo de seis meses, los equipos se pusieron a trabajar con anclajes, pernos y cables para estabilizarlas cataratasamericanas. Además, introdujeron sensores diseñados para alertara los altos mandossiundesprendimiento era inminente. Y, al parecer, el trabajo del equipo ha tenido un impacto significativo en la conservación de la cascada para muchas generaciones venideras.

El agua demostrando que podía fluir, incluso en momentos de congelamiento

Finalmente, en noviembre de 1969, las obras se terminaron. Y tras la destrucción de la ataguía con dinamita,las cascadas americanasvolvieron a su antiguo esplendor. Además, en aquel momento, el IJC consideró que había tomado medidas para proteger la maravilla natural en lugar de convertirla en algo artificial.

Presa haciendo su trabajo de ayudar a regular el flujo del agua

No obstante,irónicamente,las cataratas delNiágara de 1969 eran muy diferentes a las que los exploradores Europaos habían descubierto siglos antes. De hecho, la industria primitiva se había cobrado tal precio en la región que los esfuerzos de conservación ya estaban en marchadurante el sigloXIX.A pesar de esto, losnegociosquedependían de la fuerza de las cascadas se limitaron a trasladarse río abajo.

Una de las zonas que el agua debía cubrir

Y a principios del siglo XX, una cantidad importante de agua se desviaba de las cataratas para alimentar diversos establecimientos lo que convenció a muchos de que la belleza natural de las cascadas estaba disminuyendo. Por lo tanto, se inició un debate sobre la mejor manera de equilibrar la industria con la conservación.

Algunas plantas industriales establecidas a lo largo de las cataratas

Según los industriales, sus plantas estaban en realidad ayudando a conservar las cataratas al limitar la cantidad de agua que se vertía sobre el labio. Y aunque la erosión se había producido normalmente a un ritmo de cuatro pies y medio por año, los empresarios creían que la disminución del caudal de agua ayudaría a evitarlo.

Canadá y Estados Unidos querían potenciar la actividad industrial

Entonces,los países de Canadá y Estados Unidos llegarona un acuerdo. En definitiva, ambas naciones querían que la actividad industrial continuara en la región, pero con la ilusión de que no afectara al poderosoflujo de las cataratas del Niágara.Entonces, ¿Cómo podían seguir desviando el río sin crear un impacto notable en la famosa atracción?

Obtuvieron una solución al desviar el agua en ciertas zonas

Al final,Estados Unidos y Canadáacordaronunasolución innovadora. Durante las noches y en invierno, desviaríanmás del 70%delagua destinada alas cataratas del Niágara.Sin embargo, en los momentos de mayor afluenciaturistas,esacantidadse reduciría al 50 por ciento. Mientras tanto, los expertos alteraron artificialmente el labio de las famosas Cataratas de la Herradura para crear la ilusión de un potente caudal.

Una increíble vista, aun cuando no se ve todo su potencial

Sorprendentemente, estos desvíos siguen existiendo hoy en día, lo que significa quelos visitantes y turistassólo ven una fracción del agua que realmente está destinadaa las cataratas delNiágara. No obstante, las cascadas siguen siendo una de las atracciones turísticas más populares del mundo. Y pronto, los visitantes podrán tener otra oportunidad de ver qué secretos se esconden bajo el rocío.

Se planea volver a secar las famosas cataratas

En 2016, la Comisión del Parque Estatal de la Frontera del Niágara anunció planes para volver a secarestas cascadas en unfuturo próximo. Más de un siglo antes, se habían construido dos puentes de piedra para salvar la brecha entre el continente y la Isla de las Cabras. Sin embargo, en 2005 estas estructuras se habían deteriorado hasta el punto de que su restauración ya no era una opción.

Se pospuso el proyecto por motivos económicos

En 2016, la Comisión del Parque Estatal de la Frontera del Niágara anunció planes para volver a secar las cataratas americanas en un futuro próximo. Más de un siglo antes, se habían construido dos puentes de piedra para salvar la brecha entre el continente y la Isla de las Cabras. Sin embargo, en 2005 estas estructuras se habían deteriorado hasta el punto de que su restauración ya no era una opción.

El proyecto sigue en mente y podría desvelar mas secretos sombríos

Sin embargo, según los responsables, el proyecto sigue en pie. Además, creen que, gracias al poder de las redes sociales, este futuro desagüe podría ser más beneficioso para el turismo que el anterior intento. Pero con un número indeterminado de personas desaparecidas y presuntamente muertas en la zona desde 1969, las cataratas podrían tener aún más secretos horripilantes que revelar.

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